13 junio 2014

6º semestre

Otro semestre se acaba, y miles de recuerdos en mi corazón se quedan.
Fue en este capítulo de mi vida donde aprendí de varias personas,
entre ellos maestros, compañeros y amigos, así como de una personita
que me robó por completo el corazón, y lo sigue haciendo.

Me siento muy renovado, como si fuera totalmente otro,
pero con más fuerza que antes, con más sabiduría,
aguardando por aprender más y amar mucho más.

En ámbitos amorosos, él volvió, ese a quien todos temen
y a la vez quieren, el único con el que sueñan y aunque
lo ven en pesadillas, de su cabeza no lo pueden sacar.

Debo admitir que este terco corazón se volvió a enamorar
y de un ser totalmente distinto a cualquier otro,
porque es él quien me ha quitado la venda de los ojos
para volver a confiar, para poder perdonar
y seguir en este carrusel que gira en espiral.

Y bueno, las cosas en la universidad han sido buenas,
no me puedo quejar, y aunque haya amigos que voy a extrañar,
sé que sus enseñanzas, consejos y sonrisas las llevo conmigo.
Y es que estoy rodeado de buenas amistades, aunque en mi grupo
eso no se pueda notar, pero finalmente soy yo quien hace caso omiso
de lo que ellos puedan hablar o creer de mi.

Agradezco a mi familia por comprenderme, por aguantar mis reproches
o malas actitudes que pude tener con ellos en un principio,
pero gracias a sus palabras y consejos, es por ellos que estoy aquí.

Pero sobretodo, es a Dios a quien principalmente le doy las gracias
por hacer de mi un ser que día con día va forjando su camino,
me va dando armas con las cuales sepa defenderme
y una fortaleza que de cualquiera me protege.



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