¿Por qué será que entre más das, menos recibes, aún cuando los demás suelen ser fieles a ti...?
¿Por qué será que una vez terminada la relación, te vuelven a buscar?
¿Será que a caso fuiste lo mejor que llegó a sus vidas o simplemente alguien que supo besar con amor?
Es chistoso cuando tantas personas que una vez te jugaron chueco o no supieron valorarte, ahora regresan a ti con un perdón, hola o con una simple obsesión...
Hay muchas cosas que puede que nunca se dijeron, inconclusas y sin consentimiento, pero qué será del día que esa persona ya no esté a tu lado, no te tienda la mano o te deje en el descuido...
Seguramente ese día sabrás lo mucho que esa persona en verdad importa, en realidad te hace falta...
Solemos abrir la boca para hablar, pero nunca nos damos cuenta de que lo que decimos suele ser dañino o bueno, si hiere o mata, si engrandece o provoca un milagro, es por eso que después del llanto recuerdas todo lo mencionado y caes en la cuenta de que lo que dijiste o te dijeron no fue de tu agrado, es ahí cuando te das cuenta de lo importante que es el comunicarnos, el poder remediar una relación, una amistad, un hogar...
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