26 septiembre 2013

Cuando no soy yo...

Entre enredaderas mi alma se encuentra sujeta,
y cada vez me pasa más cortar con esta condena.

Las secuelas de vidas pasadas, una canción de cuna que no acaba,
gritos y sollozos de una pareja, amores fallidos una y otra vez...

Sonrío, me exalto, río a carcajadas,
pero dentro de mi sé que no estoy bien.

Cómo puedo ser yo cuando me encierran en su propia jaula.
Cómo puedo ser libre cuando se es difícil no ver el alba.
Cómo puedo ser auténtico cuando me hacen fingir con esta estafa.

Es horrible vivir bajo un glaciar que no te deja subir, 
que deja al final lo bueno de ti...

Puede que el sol salga y con el tiempo emerja de toda esta presión.
Sin embargo, no logro encontrar el sendero que me saque de esta tormenta, no hoy.


19 septiembre 2013

Cándido colibrí.

Cuando era niño... soñaba con tener una pareja, alguien que me amara, que diera todo por mi, que me hiciera sentir tan querido y ahora lo tengo, pero no es lo que deseo con el alma...

Porque ese deseo lo encontré en los ojos de alguien más, alguien que siempre está conmigo y me hace sentir en realidad muy bien. Siempre me enamoro de quien no debo...
Pero cómo rayos van quererme si ellos no gustan de mi... no gustan de los gays closeteros como yo y es horrible verlos besarse con sus novias, para que luego te miren como diciendo: estoy feliz, ¿puedes notarlo?

Si... con el tiempo solo sacio mi deseo con personas que no valen la pena, que de momento te dicen cosas que enamoran y luego te tiran contra la pared.
Lo peor es que aún creo en que algún día haya alguien para mi... en el que podamos salir más como pareja, tomarnos de la mano y que no nos digan nada... pero creo que debo empezar por mi... por tener los huevos y no llorar como esta noche de fría oscuridad.

Lo frágil de mis alas aún vuelan hacia ti, entre relámpagos y tormentas que las hacen débiles porque tú no estás aquí... La lluvia trae consigo palabras que solo yo quiero oír de ti, pues este corazón late con más fuerza que las alas de un cándido colibrí.


Estamos en una sociedad en la que nuestra identidad depende de una firma, de una idea proyectada por alguien más. Realmente sé tal como eres, es hora de cambiar la mentalidad y presumir de tu apariencia, seas gordo o flaco, alto o bajo, negro o blanco, gay o hetero, sea cual sea, a nadie le importa, mientras solo tú pongas las reglas.

09 septiembre 2013

Dios, perdóname.

Tu te encuentras lejos de mi, abandonando el cuarto en el que nos encontrábamos la noche pasada,
me dices que no es nada, la cuenta corre por ti...

Esa mañana amanecí como si nada, pero siempre me hago la misma pregunta... ¿será bueno amarlo?
No es que no lo sienta, sino que hay muchos factores que me hacen pensar lo contrario, como el que
no sea católico, el que no se encuentre preparado para buscar un trabajo digno, y el que adore a la niña blanca...
Son cosas que me extrañan y preocupan, cosas que me confunden y aterran, si bien es cierto mis padres no saben que lo veo, lo beso y al apagar las luces nos queremos sin parar... 
Sé que he mentido, he pecado y no me siento bien conmigo mismo. Tengo toda una vida por adelante, por vivir, por gozar, que quiero y debo cambiar... 

Ultimamente mi tío me ha puesto en alerta con todas estas advertencias que me son gratas de escuchar y no dejarlas pasar, jamás pensé que los besos y la tentación me fueran a petrificar, de ser así ni pecaba una vez más. Pero ahora... me siento sucio, inestable. 

Dios, disculpa mi promiscuidad, porque de esto yo he pecado.
He hecho demasiadas cosas buenas como para caer estando tan alto,
el panorama de esta vida me es aún mejor
y es en este momento donde comienzo a ver claro.

Arrópame, cuídame, no me dejes en la penumbra,
resucítame y por medio de esta carta te pido perdón...
Perdón por ser del modo en que soy.
Perdón por no ser un hijo digno de querer.
Perdón por no seguir tu camino.
Perdón por no ser un buen hermano.
Perdón por no apreciar lo que tu y mi familia me han dado.

Quiero apagar el fuego que en mi interior yo siento, 
en cenizas transformar la pasión que el me da,
para volar libre de cualquier atrocidad. 



01 septiembre 2013

Calma.

La noche es bella, aún sin tu presencia,
me corroe y desciendo hacia ella...
Las calles se encuentran desiertas,
con ausencias siniestras.

Miro a la luna preguntándole dónde estarás,
me contesta con una lágrima dejándome sin respuestas...

La noche es clara, aún sin tu presencia,
como si mis dedos no sintiera...
Mis ojos lloran porque no te encuentran,
frágiles aún por mis penas.

Parece fría la noche y mi vida es imperfecta,
tanto que los espejos de solo verme se quiebran.

De repente, sus alas a mi cuerpo se acercan,
me seducen y acarician.
Me dice que no tema, que me ama
y tomando su mano me invita a volar.

Las luces de la ciudad me ciegan,
me adormecen, me asustan.
Ella me guía, dice que mi fe me salva,
aferrándome a lo valioso de mi infancia...

Mi madre decía: "Reza y tus plegarias serán escuchadas,
El paraíso es el lugar de donde provienen los iluminados con alas."

Me envuelve la calma, creo que estoy en mi recámara...
El dolor se esfumó, dichoso puedo decir... ya no siento nada.