¿Qué pasó? ¿Qué fue lo que no funcionó? ¿Fui yo quien lo dejó ir o tan solo tuve miedo de decirte un si?
Hacía ya una vez que tú y yo fuimos cómplices de este sendero mágico por recorrer, a los ojos te vi y me distinguí tal y como soy... de la mano nos tomábamos, corríamos y reíamos de quien nos viera, sin importar lo que fueran a decir...
Aún puedo recordar el primer día que nos conocimos, sin pedirlo, tu voz oí y todo dio vueltas más de dos veces... al unísono nuestros latidos formaron parte de uno mismo y en la oscuridad me hacías sentir vivo.
Con el paso del tiempo... las inseguridades y el temor a perderlo todo desvanecieron ese sentimiento que cubría nuestro entorno, haciéndonos más vulnerables e hiriendo nuestro pasado, destinado a ser feliz como ninguno otro. Sin embargo, como amigos siempre seremos los mejores, dejando de lado cualquier mal entendido o ruptura amorosa.
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