A la orilla de tus pies, en el piso desperté, como si se tratase de una señal grata de recibir, diciéndome que me levantara y mi camino retomara...
Al caer en la cuenta de que lo estaba haciendo mal, decidí superar mis miedos, a mi yo del pasado y re encontrarme con el presente, el único atajo que me llevará a ser quien soy día a día.
Así que caminé hacia el océano de la vida, el espejo en el que me vi reflejado me ha dejado sin palabras, siendo tan débil a los brazos de quienes no me querían y solamente jugaban vilmente, situaciones que nunca valieron la pena y personas que de momento creí me salvarían pero que me hundían hasta cegarme por el error cometido.
Al amanecer supe que debía correr, escapar de aquel pasado sombrío y de batallas perdidas, un lugar al que no volvería a poner pie o inclusive dar el corazón...
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