04 agosto 2013

"Belleza nocturna"

   Era el claro de la luna que te hacía ver como una emperatriz, 
con el cabello de largo, con el oscuro de tus risos que invitaban a decir que si. 
Tus labios carmesí pintaban un adiós por venir, 
y tus ojos fueron las gemas que yo hurté cada vez que me acercaba a ti.

   Ese pacto único que nadie antes ha de repetir, 
aún estando debajo de este ocaso del que nos vieron partir
prometimos callar, sin dar explicación entre un no y un si. 

   Tomados de la mano escapamos hacia ese lugar... 
el único que podía nuestra agonía calmar, 
tu decías: "No te vayas de mi lado jamás".. 
y yo: "En mis días tu siempre estarás". 

   Así que llegamos hasta ese castillo en el que vi tu claridad,
 tu y yo, tan cerca que nuestras narices se podían tocar.
 Bajamos la mirada y nuestros labios se juntaban sin cesar. 

   En ese entonces supe que tu luz era digna de apreciar, 
como yo nadie te podrá amar, incluso si tu me pensaras dejar, 
porque lo que vivimos es una novela del principio al final 
y cada vez que nos miremos, sabremos que lo nuestro es de verdad.



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