11 febrero 2013

Los secretos

No hay poder más grande que ser confidente de secretos inadvertidos, secretos amorosos o secretos de un pasado difícil de creer, difícil de soportar...
Fueron los secretos la llave de fidelidad para hacerme ver en lo mucho que confiaste en mí, en lo mucho que arriesgaste sin pensar en lo que te pudiera decir o dejar de hacer, pero créeme que a nadie antes jamás había guardado tan puros e inocentes secretos, mientras que a la vez me parecen los más grandiosos y sobrenaturales.
Sé que soy un chico como cualquiera, que ríe, que juega, que ama, que se enoja y que se acobarda de sus actos, de vez en cuando, y llora en el momento de no poder más hasta explotar entre lágrimas y sollozos, pero como cualquier humano, sé respaldar mi pasado, y no tan fácil lo expreso, por miedo a salir lastimado. 

"Me duele ser demasiado, quererte y a la vez tenerte, sin siquiera haberme dicho un te amo, puesto que yo te habría ya besado mientras nos abrazamos, y en la densa luz debajo de aquella lámpara urbana, mi corazón te habría entregado, sin importar las luces de los autos que se nos hubieran acercado, porque en mi mundo sólo existes tu, con aquella mirada pura y a la vez honesta, la misma mirada que me enseñó a ser querido por uno mismo, del modo que uno es, sin máscaras ni ataduras existentes."

Debo comenzar por alejarte de mi corazón impertinente, 
dejar de creer que eres el único en mi mente,
buscarme a alguien que me quiera como yo sé únicamente,
porque entre tú y yo, no habrá presente.



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