Porque gozar no te hace amar y no siempre amar te hace gozar.
Experiencias que definen un ciclo, ya sea estable o corrompido, pero sin duda mantiene lo prohibido.
Durante tanto he querido encontrarme a corto plazo con lo que mi corazón desea sentir, llámese confusión o libertinaje sexual pues bastó perderme en "wonderland" para saber que yo soy distinto a los demás.
Te he buscado entre tantas miradas, espejos sin alma y aún me pregunto si encontraré tu aura blindada.
Me he topado con muchos cuervos que han querido devorar mi inocencia y aún victorioso de huir jamás volví a caer; en distintas pieles mi suerte logré esconder, en distintos lugares mi querer he vuelto a desenvolver más en pocos labios mi deseo pude contener.
Si mirara a tus ojos una vez más, lo que vería serían mis ganas de volver a amar, mis intenciones sanas de poder volar a un cielo donde nadie pueda apuntarnos con su mirada fatal.
Un recolector de historias y amores heridos, es lo que me llevo cuando me adentro al mundo de un perfecto desconocido.
El tiempo ha sido un gran redentor, gracias a él me he definido tal cual soy, esperando el momento de madurar y salir de muchas dudas que sólo yo me he de quitar, porque tengo una vida por descifrar, retos que enfrentar y millones de personas que valorar. Si preguntaran cómo me siento justo ahora, contestaría que de la mejor manera, después de todo cumplí diecinueve y !Todavía no llego a los veinte!
No hay comentarios:
Publicar un comentario