21 julio 2011

Truenos

Sinceramente nunca he pensado el por qué de ese enfado acompañado de un relámpago que a todos causa admiración y un poco de temor. Es así que la tarde transcurre de la mano de la lluvia goteando sin parar al unísono con los truenos y yo trepado en mi cama recargado a unos cuantos cojines y almohadas, escribiendo lo increíble que es poder escuchar y presenciar este fenómeno sin igual, tal y como nos tratara de advertir o simplemente regañar no lo sé, puede que esta percepción mía sea el por qué de este escrito.

Estando en mi recámara mientras veo el caer del agua a través de la ventana me siento seguro y protegido por el sonido de una canción en guitarra que tranquiliza mis sentidos, empezando por los oídos directo hacia el destino, un corazón pícaro y tímido en busca de esa chispa, ese latir continuo que de múltiples formas se hace presentar de una forma distinta a otra con la oportunidad de tocar al corazón de quien se fije sigilosa y dulcemente.

Ojalá el amor se repartiera de gota en gota, flotando de nube en nube, transmitida de boca en boca y plasmada de ola en ola. Es el sonido del mar abriéndose paso ante una bahía inhabitada rodeada de agua esperando una sola alma que pueda alojarla, tal y como esta lluvia que desea ser contemplada.




2 comentarios:

  1. Qué bello escrito, Saúl. Bello y fresco como esta tarde de lluvia en nuestra amada tierra.
    Me emociona seguir el río de tu imaginación, las ondas de agua que se expanden en tu joven universo.
    Un abrazo suavecito, silencito, que no perturbe la contemplación de la lluvia.
    Alicia-Alenka.

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  2. Gracias por tu visita a mi blog, hace que siga escribiendo y que alguien pueda interesarse en mis relatos, por tan imaginarios y únicos que puedan ser. Y si un día llegara a equivocar mi modo de pensar toda nueva idea y consejo son bienvenidos, sobretodo de ti, Alicia-Alenka =D

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