04 junio 2011

Sonata

En esta noche cálida de junio me he percatado que más de una vez me pude contener hasta el alma retener de una sensación difícil de entender, impaciente por mantener.
Ha sido la música mi amiga fiel, la que me lleva de la mano de un dulce estremecer y de mis delirios la cura a este terrible deja vu hasta el amanecer. Con ese ritmo tan distinto, grave o suave, rudo o dulce, fuerte y débil controla mis oídos de tal manera que aturde al corazón con un final distinto.

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