Aún no puedo creer lo difícil que para unos es la vida, mientras que para otros es la gloria.
Con el tiempo sabrás que todas las promesas, los años dorados, fueron y seguirán siendo una gran época que la memoria jamás borrará.
Aún recuerdo cuando conocí a mis mejores amigos, cada uno igual de especial, distinto e inusual, pero al fin y al cabo, nuestra amistad era impresionante de admirar. Los amigos siempre estarán ahí, cada que caes, cada vez que no tienes las agallas para afrontar la tormenta, siempre habrá alguien dispuesto a sacarte del vacío en el que estás.
Unos se fueron alejando y creando su propio mundo, otros llegaron para quedarse y finalmente hay quienes son fieles a ti en todo momento, pese a la gran distancia que nos separa, nuestros corazones y mentes se encuentran conectadas, listas para re activarse al momento de verse para decir: Hey! qué rápido ha pasado el tiempo, pareciera como si ayer te hubiera visto.
Aún hay días que me encuentro solo, con más ayuda de la que podría necesitar, pero siempre hay algo, alguien, que me hace recordar que no todo esta perdido, aún hay personas increíbles que se encuentran ahí para ti, incluso cuando no se encuentra junto de ti en las clases, siempre hay personas más reales y divertidas a quien llamar amigos.
Sé que el camino es largo y difícil de recorrer, caras y promesas de años juveniles, fotos y risas de noches sensacionales, secretos y lágrimas que nadie ha de reconocer... Por un tiempo temía de la soledad, y aunque me encuentro soltero, disfruto de este bello privilegio, amar y ser amado, siempre y cuando deseen tomarme de la mano a solas o en un triste acantilado. Soy como el viento y mar por separado, mientras el viento sopla a su antojo, el mar se mece a sus anchas, optando por tornarse calmado o vertiginoso, depende de la furia o serenidad que el viento condene.