Escondido entre mis sábanas, sin aliento y sin ganas
de seguir una mentira fácil de creer pero dura de entender
hasta que llegue el día en que deje de caer
y al horizonte guiarme de la mano de su dicha y a cambio obtener
luz y colores, apuntando hacia mi sin querer
y un solo corazón que se muere por beber
el dulce néctar de un atardecer
cálido y bello como el anochecer
y en sus brazos hacerme ver
que la vida es disfrutar el momento hasta amanecer.
Sinceramente muero por correr
hacia el alba y por siempre mantener
mis alas alzadas para no caer
y si así fuera mi destino ha de ser
sin antes mencionar que esta vida ha sido lo que siempre deseé,
con un poco de amor y anhelos que se quedan en el ayer y en mi alma también.
Mil gracias, Saul!!! Tu visita al Espejo me causó mucha alegría, tanta como para liberarme un momento de las musarañas que me tienen atrapada. Ay, me temo que has escogido una "Hada Madrina" bastante atolondrada que corre tras el tiempo como el Conejo Blanco. En cambio tú, con todo el tiempo en tus manos, "mueres por correr hacia el alba..."
ResponderEliminarNo corras, mi niño. Todo vendrá a su tiempo, y llegará lleno de luz y colores porque eres un enamorado del amor.
Me gusta, sí, me gusta mucho La vie, tu vie llena de vida.
Nos seguimos viendo, eh?
Un abrazo muy apretado, casi destripador.