Aprecié tu llegada sin querer
tan dulce y floja a la vez
mi estómago mariposas tenía
en mi corazón algo se movía.
Juntos caminamos viendo el atardecer
los árboles apreciaban la forma de tu caminar
a lado de uno parecíamos inocentes con refugio
a una cabaña me llevaste hasta quedar
de nuestros secretos pudimos hablar.
Marcaste ese beso especial
en tu cuello me vi obligado a dar
lo que mi boca te quiso obsequiar
y en tus ojos no me quería retirar.
El trayecto fue mágico y celestial
sobre el suelo hojas se podían apreciar
de tu hombro caminé sin cesar
seguro me sentía sin quererme detener.
Las olas del lago que vimos
una fantasía y soñado me encontraba
agradezco los obsequios sin pero alguno
la inicial de tu amor la llevo en mi corazón.
Ojalá contigo día, tarde y noche pudiera estar
de noche mil estrellas te podría regalar
de madrugada un beso sin final
de mañana nuestro amor se consumirá.
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