descubrir tu rostro y tocarlo una vez más.
Sé que los tiempos han cambiado,
para bien o para mal, pero..
no te dejo de pensar.
Ahora recuerdo lo bien que me hacías,
si al estar contigo me sentía fenomenal,
tal como un hermano, para mi eso eras y mucho más.
Hoy miro al cielo y veo que te has ido,
que ni una huella de ti encuentro por aquí,
y que las lágrimas me persiguen una y otra vez.
Sólo quisiera que supieras que por ti lo pude todo,
que me volviste más fuerte aún en la adversidad,
y con tu sonrisa lo iluminaste todo.
¿Dónde estás?
Me pregunto si habrás comido
o si algún otro amigo haz hecho.
Porque conmigo puedes contar.
En todos estos 3 años y medio
he recordado que para mi fuiste y serás un ángel
que me supo alumbrar cuando no podía continuar,
y en un abrazo descubrí lo bello de nuestra gran amistad.